viernes, 4 de abril de 2008

Condena leve contra apropiadores hija de desaparecidos


viernes 4 de abril,
BUENOS AIRES (AP) -


Una corte penal argentina condenó el viernes a entre diez y siete años de prisión a un ex militar y a un matrimonio por la apropiación de una hija de desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983), en el primer juicio en ser promovido por la propia hija adoptada ilegalmente.

El tribunal sentenció en un fallo dividido a Osvaldo Rivas y a su ex esposa María Cristina Gómez Pinto, padres adoptivos de María Eugenia Sampallo Barragán, y al ex capitán del ejército Enrique Berthier, acusado de entregar al matrimonio a la niña nacida en cautiverio.
Rivas recibió una pena de ocho años como "coautor penalmente responsable de los delitos de falsedad ideológica de documento público y retención ilegal y ocultamiento de un menor de diez años", explicó Guillermo Gordo, uno de los tres jueces que integran la corte, durante la lectura de la sentencia.


Su ex esposa fue condenada a siete años "como coautora penalmente responsable del delito de retención ilegal y ocultamiento de un menor de diez años".
En tanto, Berthier recibió una condena de diez años por "ser cómplice necesario penalmente responsable en el delito de falsedad ideológica de documento público y coautor del delito de retención ilegal y ocultamiento de un menor de diez años".
"Las penas que se aplicaron a los imputados no reflejan la magnitud de los crímenes cometidos... La condena no alcanza a satisfacer el requerimiento de pena que hicieran el fiscal y la querella, que habían solicitado 25 años de prisión para los imputados", expresó la Secretaría de Derechos Humanos en un comunicado oficial.

"Más allá de lo exiguo de las penas, ha quedado en claro el accionar del terrorismo de Estado que se apropiaba de los niños como si se tratara de un botín de guerra, y (esta secretaría) espera que en los restantes casos la justicia se pronuncie aplicando el castigo correspondiente a los autores, cómplices e instigadores de tales delitos de lesa humanidad", añadió.

Pese al disgusto por la levedad de la condena, al salir de la sala de audiencias Sampallo fue aplaudida por el público presente, que elogió su determinación de llevar a juicio a sus propios padres adoptivos, algo inédito en la historia judicial del país.
"Lamentablemente hemos comprobado que el secuestro de niños en la Argentina no es un delito mayor porque siete u ocho años de detención por lo que hicieron, por lo que maltrataron a María Eugenia es una cosa tibia", reflexionó indignada Rosa Roisinblit, vicepresidenta de la Asociación Abuelas Plaza de Mayo.

"Estamos decepcionados, vamos a sugerir una apelación", advirtió la activista.
El representante de Sampallo, Tomás Ojea Quintana, explicó que los padres adoptivos continuarán en libertad hasta tanto la sentencia quede firme. Los abogados de Rivas y Gómez Pinto adelantaron que apelarán el fallo. Berthier, por su parte, seguirá detenido en una dependencia militar.

Sampallo es hija de Mirta Mabel Barragán y Leonardo Rubén Sampallo, secuestrados el 6 de diciembre de 1977 mientras se encontraban en su casa en Buenos Aires junto al pequeño hijo de tres años de Barragán, fruto de un matrimonio anterior. La mujer estaba embarazada de seis meses al momento de su desaparición.

El 30 de diciembre de ese mismo año los militares entregaron el niño a su abuelo paterno, pero nunca se supo más del matrimonio ni del hijo que estaban esperando.
Según la investigación, la joven nació en cautiverio el 8 de febrero de 1978 y permaneció en manos de Berthier hasta marzo, cuando la entregó al matrimonio de Rivas y Gómez Pinto. Con la complicidad del médico del ejército Julio Cáceres Monié --ya fallecido-- el matrimonio falsificó una partida de nacimiento en la que declararon a la niña como hija biológica nacida el 7 de mayo de 1978 y con la que lograron obtener su documento.
Aunque desde los siete años sabía que no era hija biológica de sus padres, las versiones sobre su adopción eran tan contradictorias que la hicieron dudar sobre su origen.

En 2000, Sampallo Barragán se presentó ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad para comprobar si era hija de desaparecidos. Un año después, un estudio realizado por el Banco Nacional de Datos Genéticos reveló que era hija de Barragán y Sampallo.
Al prestar testimonio en juicio en febrero, la joven relató las distintas versiones que el matrimonio le había dado sobre su origen: primero le contaron que sus verdaderos padres habían muerto en un accidente, luego que era hija de una empleada doméstica que por cuestiones económicas no había podido criarla y por eso ellos habían decidido adoptarla, finalmente, que era hija extramatrimonial de una azafata extranjera.

Hasta ahora, 88 hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio durante la dictadura han logrado descubrir su verdadera identidad; pero las Abuelas de Plaza de Mayo estiman que hay otros 400 jóvenes que aún desconocen su origen.

Según los registros oficiales, unas 13.000 personas desaparecieron durante la dictadura, pero los grupos de derechos humanos aseguran que esa cifra asciende a 30.000.

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