Vinculan a Von Wernich con el asesinato de siete jóvenes
Estaban secuestrados y el cura les había prometido que serían enviados al exterior.
TESTIMONIO. LA PERIODISTA MONA MONCALVILLO A PUNTO DE DAR TESTIMONIO, AYER, CONTRA VON WERNICH.
Rodolfo Lara
LA PLATA. CORRESPONSAL
laplata@clarin.com
Sometimiento, manipulación moral y muerte. Esta secuencia dramática fue presentada por familiares de detenidos en la Brigada de Investigaciones platense, e involucró al sacerdote Christian von Wernich en los homicidios de siete jóvenes durante el primer tramo de la dictadura militar.
El tribunal que juzga al ex capellán de la Policía trata de establecer, desde el 5 de julio, las responsabilidades del cura en estos asesinatos. También en 31 casos de tortura y 42 privaciones ilegítimas de la libertad. Ayer, la hermana de una joven secuestrada explicó al tribunal que Von Wernich había pedido plata a la familia para un supuesto viaje de la detenida al exterior. En diciembre de 1976, Cecilia Idiart permanecía secuestrada en la Brigada de Investigaciones con otros seis jóvenes.
Todos ellos participaban de un experimento de "recuperación" de presos clandestinos en tareas de colaboración con el régimen. A cambio, el coronel Ramón Camps, jefe de la Policía bonaerense, prometía el exilio.
En la etapa de quebranto, vulneración anímica y espiritual, Von Wernich tenía un rol determinante, según el testimonio de Adriana, hermana de Cecilia. "Le entregamos 1.500 dólares para los trámites de pasaporte, DNI y para el viaje a Brasil. Al acercarse la fecha pidió que le preparáramos ropa y mi mamá compró valijas", explicó Adriana Idiart.
"El cura -agregó en su declaración- decía que él daba apoyo espiritual al 'grupo de los siete' y así les fue cambiando su forma de pensar; los había rehabilitado y estaban preparados para salir, ya que eran buenos chicos."En la misma audiencia, la periodista Mona Moncalvillo también declaró que Von Wernich pidió dólares para la salida del país de su hermano, Domingo, miembro del "grupo de los siete".
Domingo fue secuestrado el 18 de diciembre de 1976, en La Plata. Su destino previsto era Colonia, Uruguay.Por premeditación o por alguna alteración forzada de los planes, los siete jóvenes fueron ejecutados en un descampado de Brandsen. Habían partido de la Brigada en dos grupos. Moncalvillo integró la tanda con María del Carmen Morettini y Cecilia Luján Idiart.
Los hechos fueron relatados por el policía Alberto Emmed a la Conadep. El suboficial estuvo allí. Años después reveló que Von Wernich intentó tranquilizar sus conciencias de homicidas al mencionarles que "la sangre derramada (de los jóvenes) estaba bendecida por Dios". Emmed contó que el episodio transcurrió en el despacho del director general de Investigaciones, Miguel Etchecolatz.
La familia Idiart primero se aferró a la supuesta salida del país de Cecilia. Al poco tiempo desesperaron por la falta de noticias y fueron a entrevistar al cura: "Vio cómo son los chicos, tardan en comunicarse", fue la respuesta.
Pocos días después Etchecolatz les decía: "Ustedes deben saber dónde está Cecilia, nosotros no sabemos nada y estamos muy preocupados porque eran colaboradores nuestros."
Qué fue el "grupo de los 7"
Detrás de la ominosa proximidad que proponían los captores y pese al horror de la tortura, los siete jóvenes alimentaron el sueño de la libertad. Christian von Wernich les había prometido hacerlos viajar al exterior a cambio de colaboración.
El grupo estaba integrado por Cecilia Idiart, Domingo Moncalvillo, Susana Salomone, los hermanos María Magdalena y Pablo Joaquín Mainer, Liliana Galarza y María del Carmen Morettini. No hubo viaje. El suboficial Julio Emmed reveló cómo asesinaron a Moncalvillo, Idiart y Morettini: "Los tiraron a los tres sobre el pasto y los acribillaron."
El policía declaró en la Conadep que los cuerpos estuvieron tres días en la Morgue Judicial y luego fueron trasladados a Puesto Vasco, otro centro clandestino en Bernal, "donde fueron quemados bajo una cantidad de neumáticos".
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