martes, 19 de febrero de 2008

"En el caso Trelew, la Justicia tenía una deuda y a mí me toca saldarla"

HUGO SASTRE, 48 AÑOS, EL JUEZ QUE INVESTIGA EL ASESINATO DE 16 GUERRILLEROS, EN 1972, EN LA BASE NAVAL

Una investigación de un año y medio puso fin a treinta y cinco años de silencio y encubrimiento.
Por:
Carlos Guajardo
Fuente: CHUBUT. ESPECIAL

JUEZ SASTRE. "HUBO GENTE QUE VINO A DECLARAR Y SE FUE SIN DECIR NADA. PERO VOLVIO A LA SEMANA Y CONTO LO QUE SABIA."

Cuando empezó a investigar en junio de 2006, el juez federal subrogante de Rawson, Hugo Sastre, encontró un expediente: "NN/ masacre de Trelew". Tenía 200 fojas, algunos datos perdidos de la fuga del penal de Rawson y un par de testimonios de marinos. Ni una mención a que alguien hubiera muerto ni en cuáles circunstancias. Además, todo había sucedido 34 años atrás. Un año y ocho meses después, Sastre, casado, dos hijos, presidente del Club Huracán de Trelew, logró la detención de cuatro de los seis acusados (uno murió), entre ellos el por tres décadas inhallable capitán Luis Emilio Sosa, acusado de responsable de la masacre.-¿Pensó alguna vez en llegar hasta acá, con tres detenidos y dos prófugos?-Siempre tuve fe. Y la convicción de encontrar a gente relacionada con el hecho. Cuando tomé el caso, el mismo Luis Eduardo Duhalde (secretario de Derechos Humanos) me dijo que iba a ser una tarea titánica, casi imposible. Pero no le aflojamos. Yo soy nacido y criado en Trelew. Tenía 12 años cuando ocurrió la masacre. Y la tengo en la mente. No es una cuestión personal. Creo que la justicia tiene una deuda. Y me toca a mí saldarla.-¿Por dónde empezó?.-Hubo dos cuestiones clave. Primero, al ser de Trelew tenía ciertas ventajas. En aquella época la Base Zar estaba muy arraigada en la comunidad. Por su llegada se habían construido casas y caminos. Yo iba a la escuela en un micro de la Base. Conocía a gente que en agosto del 72 trabajaba allí, vecinos comunes. Empecé por ellos. Alguien tenía que tener un dato. Y fue así: había datos por todos lados.-¿La gente declaró sin problemas?-No. Hubo quienes a treinta y cinco años, tenían miedo de hablar. Hubo mujeres que se descompensaron durante la declaración, y nosotros ni médico teníamos. Otros se iban sin decir nada. Temblaban. Pero volvían a la semana y declaraban. Recuerdo a un ex conscripto que me dijo: "Mire, llevo veintisiete años de casado. Y nunca hablé de esto ni con mi esposa ni con mis hijos". La primera vez que lo hacía era adelante mío.-¿Hubo algún testimonio clave?.-Sí, el de un ex conscripto que me dijo que había visto al capitán Sosa en la Base de Puerto Belgrano en 1973. Le pregunté: "¿Está seguro?". Casi se me enoja. "¿Cómo no voy a conocer al capitán Sosa?", me increpó. Era evidente que había vuelto al país. Pero puedo decir que lo que le puso una bisagra a la causa fue la declaración del doctor Lois.-¿Qué papel jugó?.-Era médico en la Base Zar la madrugada de la masacre. Dijo que cuando llegó al lugar sintió olor a pólvora y a sangre fresca. Y que vio cadáveres por todos lados. Empezó a contar quienes estaban. En un momento tuve que decirle que dejara de hablar porque, si no, dejaba de ser testigo y tenía que designar abogado defensor porque iba a imputarlo. El fue quien firmó los certificados de defunción de los dieciséis militantes muertos. Nos dio datos muy importantes. Pero también hubo otro ex conscripto que nos dio información buena. Nos dijo que hasta la noche antes de las muertes, ellos dormían en el pasillo de los calabozos, donde estaban los detenidos. Y que el 22 los echaron sin darles explicación.-¿Cómo llegan a Sosa?.-Fue un trabajo titánico. Nos dijimos: es un hombre grande, tuvo que usar la obra social. Entonces, pedimos a la obra social de la Armada un lista de los afiliados activos y retirados. Nos mandaron varias cajas, con más de cien mil nombres que no estaban ordenados alfabéticamente. Revisamos uno por uno. Y lo encontramos. También supimos donde cobraba la jubilación. Y yo usé un poco mi experiencia en el juzgado electoral. Averiguamos en Migraciones, en registros civiles, porque sabíamos que era casado y tenía hijos. Conocimos sus pasos de cinco años para atrás porque comenzó después a cambiar más seguido de domicilio. El resto lo hizo la División Drogas Peligrosas de la Policía de Chubut que trabajó muy bien.-¿Terminan en Sosa las responsabilidades?-Es algo que todavía no voy a contestar. Vamos a seguir adelante, como se dice comunmente hasta "el hueso". Este es un caso que merece justicia.-A esta altura de la investigación, ¿ya sabe quién o quiénes dispararon a los militantes?.-Tengo cierta certeza. Diría que hasta en algún caso, la plena seguridad.


Se entregará otro prófugo
El ex cabo primero de la Armada, Carlos Amadeo Marandino, se presentó ayer en la Embajada Argentina en Washington para anunciar que viajaba a Buenos Aires para entregarse en el juzgado federal de Rawson. Sobre Marandino pesa un pedido de captura del juez Hugo Sastre por su eventual participación en la llamada "Masacre de Trelew", el 22 de agosto de 1972.La noticia la dio ayer en Rawson el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, junto al gobernador provincial Mario Das Neves, luego de entrevistarse con el juez. Duhalde es querellante en la causa y en los años 70 fue defensor de algunos de quienes luego resultaron víctimas en la matanza.Según el anuncio, Marandino llegará hoy y se trasladará a Chubut. Se cree que el prófugo restante, el teniente Roberto Guillermo Bravo, también vive en Estados Unidos, país que tuvo "una fuerte vinculación", dijo Duhalde, con los militares involucrados en la masacre.

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